lunes, 3 de marzo de 2008

LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A liturgia completa. 01 de Marzo. Sábado 3ª semana de Cuaresma. Oseas 6,1-6. Salmo responso: 50. Evangelio: Lucas 18,9-14.

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas Capítulo 18 versículos 9 al 14

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola por algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias." En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!" Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

Fuente: www.servicioskoinonia Y www.catholicnet

COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: Misael Cisneros

“El fariseo y el publicano”

Pidamos a Cristo que nos enseñe a orar con espíritu humilde y sencillo. La docilidad al Espíritu Santo son esenciales para abrir el corazón de Cristo. Tanto el fariseo como el publicano, estaban en oración pero qué oraciones tan distintas. Una hecha con presunción personal y la otra con humildad, por haber fallado a Dios. Cristo nos pide que como niños nos acerquemos a su corazón reconociendo cualidades y faltas. El Catecismo, respecto a la oración, dice que ella no está en la cantidad de las palabras sino en el fervor de nuestra alma. Pidamos a Cristo que nos enseñe a orar con espíritu humilde y sencillo como el publicano de hoy.

Fuente: www.catholicnet

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