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LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A liturgia completa. 25 de Marzo. Martes de la octava de Pascua. Hechos 2,36-41. Salmo responsorial: 32. Evangelio: Juan 20,11-18. Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan. Capítulo 20 versículos 11 al 18 María se había quedado junto al sepulcro llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» Jesús le dice: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios». Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras. (Fuente: www.servicioskoinonia.org/b y http://www.es.catholic.net/) COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: José Fernández de Mesa “La aparición a María Magdalena" Si Jesús ha resucitado...¿Por qué lloras? Es justo para María Magdalena que, en su infinita ternura y misericordia, Jesús Renacido prefiera mostrarse por primera vez a ella con su cuerpo transfigurado. ¿Cuántas veces también nosotros nos sentimos deprimidos en nuestra vida? Es precisamente en estos momentos cuando Dios está más cercano a nosotros. Si logramos renunciar a nuestra autocompasión y orgulloso, entonces veremos la esperanza de Cristo, el Hijo de Dios que ha triunfado sobre el dolor, el pecado y la muerte. "Jesús misericordioso, confío en ti". (Fuente: http://www.es.catholic.net/)