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LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A. Liturgia completa. 10 de Mayo. Sábado 7ª semana de Pascua. Hechos 28,16-20.30-31. Salmo responsorial: 10. Evangelio: Juan 21,20-25. (Pentecostés. Misa de la vigilia. Génesis 11, 1-9. O bien: Éxodo 19,3-8a.16-20b. Salmo responsorial: 103. Romanos 8,22-27. Evangelio: Juan 7, 37-39).

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan. Capítulo 7 versículos 37 al 39.
El último día, el más solemne de las fiestas; Jesús en pie gritaba: “El que tenga sed que vanga a mí, el que cree en mí que beba” (como dice la Escritura: de sus entrañas manarán torrentes de agua viva).
Decía esto refiriéndose al Espíritu que que habían de recibirlos que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.
(Fuente: Sagrada Escritura, http://www.servicioskoinonia.org/ y http://www.es.catholic.net/)


COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: Alberto Linero, sacerdote CJM. En “Una puerta a la Palabra”, mayo 2007
“El que tenga sed que venga a mí, el que cree en mí que beba”.
En el Evangelio el espíritu es comparado con el agua, pero no con cualquier agua, se trata de un “agua viva” aquella que al beberla sacia la sed, en contraste un “agua muerta” es un agua que mata, que no se puede beber. El agua que Jesús ofrece es una viva vivida como la de Él, en total apertura a Dios, en un movimiento permanente de amor y entrega a los demás. Pentecostés es la fiesta de la Iglesia, es la fiesta de la comunión, es la fiesta del antiegoísmo.
(Fuente: “Una puerta a la Palabra”)