viernes, 16 de mayo de 2008


LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A. Liturgia completa. 16 de Mayo. Viernes 6ª semana de tiempo ordinario. Año par: Santiago 2,14-24.26. Salmo responsorial: 111. (Año impar: Génesis 11,1-9. Salmo responsorial: 32.) Evangelio: Marcos 8,34-9,1.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos. Capítulo 8 versículos 34 hasta el capítulo 9, 1.
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Y añadió: Yo les aseguro que algunos de los de aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder.
(Fuente: Sagrada Escritura, http://www.servicioskoinonia.org/ y http://www.es.catholic.net/)


COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: padre Alberto Linero, sacerdote eudista. Fuente: “Una puerta a la Palabra”, febrero, 2007.
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”
La paradoja que nos presenta el Evangelio, sobre “quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” se entiende si hemos comprendido el relato de la torre de Babel para ser concientes y no andar buscando fama a punto de perder la vida. Ahora, el referente es Jesús, confiando en Dios Padre, en total obediencia, animándonos por la fuerza del espíritu Santo.
(Fuente: “Una puerta a la Palabra”)

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