martes, 27 de mayo de 2008


LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A. Liturgia completa. 25 de Mayo. Domingo 8ª semana de tiempo ordinario. Festividad del Cuerpo de Cristo. Deuteronomio 8,2-3.14b-16a. Salmo responsorial: 147. 1Corintios 10,16-17. (Año par e impar: Isaías 49,14-15. Salmo responsorial: 61. 1Corintios 4,1-5. Mateo 6,24-34.) Evangelio Juan 6,51-58.
Solemnidad de Corpus Christi.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según sanJuan. Capítulo 6 versículos 51 al 58.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo. Disputaban entonces los judíos entre sí: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Jesús les dijo: Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que coma este pan vivirá para siempre.
(Fuente: Sagrada Escritura; http://servicioskoinonia.org/ y
http://www.es.catholic.net/)


COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: P. Sergio Córdova Fuente: Catholic.net
“Solemnidad de Corpus Christi. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”.
Recordamos la institución de la Eucaristía, en la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. Hoy, se celebra esta fiesta con procesión, con flores, y oraciones. Solemnidad que se remonta al siglo XIII; cuando el sacerdote Pedro de Praga, dudoso sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Hostia y el vino consagrado, y, mientras celebraba la Misa en la cripta de santa Cristina, la sagrada Hostia comenzó a destilar sangre hasta quedar el corporal completamente mojado. El Papa Urbano IV, encargó a Tomás de Aquino, la preparación de un oficio litúrgico propio. Ojalá vivamos con mayor conciencia, fe, amor y gratitud cada Santa Misa. (Fuente: http://www.es.catholic.net/aprendeaorar/103/1691/articulo.php?id=4563)

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