lunes, 30 de junio de 2008

LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A. Liturgia completa. 28 de junio. Sábado 12ª semana de tiempo ordinario. Año par: Lamentaciones 2, 2. 10-14. 18-19; Salmo responsorial: 73. (Año impar: Génesis 18,1-15; Interleccional: Lucas 1.) Evangelio: Mateo 8, 5-17.

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Capítulo 8 versículos 5 al 17.

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: “Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho”. Jesús le contestó: “Voy yo a curarlo”. Pero el centurión le replicó: “Señor, no soy quién para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: ‘Ve’, y va; al otro: ‘Ven’, y viene; a mi criado: ‘Haz esto’ y lo hace”. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Les digo que vendrán muchos de oriente y de occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los ciudadanos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Y al centurión le dijo: “Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído”. Y en aquel momento se puso bueno el criado. Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: “Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades”.

(Fuente: Sagrada Escritura; http://www.paulinas.org.co/misal_junio08/junio_28.htm).

COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: Roberto Carlos Estévez | Fuente: Catholic.net

“El siervo del centurión”.

Él está siempre esperándonos y basta una sola palabra y seremos curados. El mensaje de este pasaje es de esperanza. Sí, a nosotros que nos podemos sentir muchas veces cansados, se nos recuerda que Él tomó sobre sí nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades. Cristo es el médico de todos los dolores. El centurión como nosotros, se encuentra ante un problema y acude a Cristo. Se acerca con fe y confianza, como un niño se acerca a su padre. Probemos a poner estos elementos cuando nos acerquemos a Jesús.

(Fuente: http://www.es.catholic.net/aprendeaorar/103/185/articulo.php?id=3654).


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