lunes, 9 de junio de 2008

LECTURAS BÍBLICAS. Ciclo A. Liturgia completa. 8 de junio. Domingo 10ª semana de tiempo ordinario. Año par e impar: Oseas 6,3-6. Salmo responsorial: 49. Romanos 4,18-25. Evangelio: Mateo 9,9-13.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Capítulo 9 versículos 9 al 13.
Al pasar por un lugar, vio Jesús a un hombre llamado Mateo, que recaudaba impuestos para los romanos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Sucedió, pues, que estando Jesús comiendo en casa de Mateo, llegaron muchos recaudadores y pecadores y se sentaron a la mesa con él y sus discípulos. Al ver esto los fariseos, dijeron a los discípulos: “¿Por qué su maestro come en compañía de recaudadores y de pecadores?”. Pero Jesús lo oyó y dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Vayan mejor a aprender qué significa: ‘Quiero misericordia y no sacrificios’. Pues no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
(Fuente: Sagrada Escritura; http://servicioskoinonia.org/ y http://www.paulinas.org.co/misal_junio08/junio_08.htm)


COMENTARIO BÍBLICO GENERAL. Autor: P. Clemente González Fuente: Catholic.net
“La vocación de Mateo”. No necesitan médico los que están sanos sino los que están mal. Dios respeta en su integridad al hombre, y cuando llama a un alma a su servicio, con paciencia y amor la deja casi andar a la deriva o al vaivén de las circunstancias. No es fácil, por tanto, dar una respuesta como la de Mateo: pronta, sincera, total. Mateo era un cobrador de impuestos, un pecador ante los ojos de todo el pueblo. Sólo Jesús fue capaz de ver más allá de sus pecados y vio a un hombre. Un hombre que podía hacer mucho por el Reino de los Cielos. Y le llamó con el amor y misericordia de su corazón para ser uno de sus apóstoles.
(Fuente: http://es.catholic.net/aprendeaorar/103/478/articulo.php?id=2153)

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